Desde que se les rompió la tablet, hace un par de semanas, estamos en casa super tranquilos: se redujeron un montón las peleas, la imaginación por divertirse comienza a retomar fuerzas, los juegos de mesa y los libros vuelven a estar repartidos por la casa y yo vuelvo a aprovecharme del aburrimiento: montando una sesión divertida e improvisada. Lo mejor de todo, con la participación activa por parte de los dos. BENDITO MOMENTO EN QUE LA ROMPIERON.
Para divertirnos nada mejor que unos gorros y bufandas y total libertad para posar. Aquí el resultado.
Creo que vamos a estar mucho tiempo sin tener nueva tablet, así todos nos lo pasamos mejor.
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